Hubo una etapa en mi vida que era muy confuso para mí el encontrar el lugar donde tal vez Dios me estuviera llamando.
Esa etapa fue muy rica en experiencias. Estaba en escuela LaSallista, en el catecumenado con Jesuitas, grupo juvenil Franciscano, retiros carismáticos y varias otras experiencias. Todo esto fue durante un lapso de aproximadamente tres años.
Cada experiencia fue diferente, y me exponían a diferentes ángulos de lo que puede ser una relación con Dios comprometida.
De todas estas experiencias aprendí algo importante y significativo, pero había algo, que no sabía cómo articular, que no estaba completo. Como si hubiera algo que faltara. Aún con esa sensación, dudaba que mi percepción fuera adecuada, solo dudaba de mi misma, pensando que había algo que aún no había entendido bien, y esperaba que alguien más en su momento me pudiera explicar. Era como una falta de dirección.
No había “malas opciones”, solo que no sabía por dónde empezar y dónde continuar, pues cada expresión tenía su camino. Y como estaba en procesos contínuos, el seguimiento se interrumpía. Era como si me hubiera gustado tener un mapa de qué hacer y en qué orden. Y no lo tuve.
Y al mismo tiempo, cada espiritualidad invitaba a tomar acción de manera específica. Y cuando yo percibía que todos los llamados a tomar acción de alguna o de otra manera se empalmaban, era cuando experimentaba algo así como un bloqueo. Era tanto lo que había qué hacer, que no sabía ya ni por dónde empezar.
Y tú, ¿has tenido una sensación similar?
Hace algunos días escuché una palabra que crimero pensé que era una broma, la palabra es infobesidad
Básicamente, la palabra casi se define a sí misma. Obesidad de información, o también conocida como sobrecarga de información. Y lo que esta palabra busca describir es un estado mental en el que no es fácil procesar la cantidad de información, creando la dificultad de responder y tomar desiciones.
En gran parte, es con esta palabra que hasta ahora puedo describir lo que me ha de haber estado sucediendo en esa etapa de mi vida.
Ahora pasando a mi vida adulta, también he vivido otras etapas en las que he tenido una sensación similar. Pero como no tenía el conocimiento de que esto sucede, pues no podía llamarlo por su nombre, jajaja.
Lo que en ese momento pensaba, era que algo había mal en mi por no poder tomar desiciones tan rápido como yo veía que otras personas lo hacían. En mi ingenuidad, realmente lo creí. Había compañer@s que tomaban acción adecuada lo que parecía casi inmediatamente. Y para mi no era así de sencillo.
Yo sentía que yo tenía que pensar más tiempo en cómo hacer las cosas. Y sabía que había mucho por hacer. Mas no todo era para que yo lo hiciera, de hecho, para que no una sola persona lo haga. Para eso somos comunidad.
En el evangelio hay una escena que captura parte de mis sensaciones al respecto.
Jesús está en casa de unos buenos amigos, los hermanos Martha, María y Lázaro. La escena describe cómo Martha se encuentra ocupada Yparece que un tanto abrumada). Tanto así que le dice a Jesús que le diga a su hermana María que le ayude con las ocupaciones.
Lo que yo sentía, esa sensación de estar abrumada, fue lo que imaginé que Martha sentía.
.Cuando tú escuchas este relato, ¿qué surge en ti?
Las ocupaciones, ni para Martha ni para mi parecían terminar. Y supongo que para ti tampoco.
¿Cómo podemos abordar la situación que siempre hay cosas que hacer?
En una respuesta que sobrepasa el entendimiento, Jesús le responde a Martha que su hermana María (quien está a sus pies), tiene la mejor parte.
¿No te intriga que Jesús mismo dice que María tiene la mejor parte?
Para ti, ¿qué es estar a los pies de Jesús?
En el relato, estar a los pies de Jesús no parece estar tomando una acción ardua e ininterrumpida.
Claro que Jesús no dice que no hay que hacer nada, nunca condena la acción. Es necesario tomar acción.
¿Cómo sería para ti una manera de estar, solo estar con Jesús, sabiendo que hay que tomar acción en su momento?
¿Cómo sería para ti el estar, solo estar….?
Si el Espíritu te inspira, comparte con Jesús carpintero las actividades que quieres lograr. Y tal vez, al estar, solo estar con Jesús, descubras que desde esta mejor parte surge el de saber qué, cómo y cuándo hacer las cosas.
Marisol
P.D. Podemos escuchar acerca de actuar con la mejor parte en las lecturas del XVI domingo del tiempo ordinario, año / ciclo C.